El fuego en la chimenea es un regreso al placer de las pequeñas cosas simples y perfectas.
La magnífica casa de Ruggero, una hábil restauración de un edificio de piedra medieval, ha sido prácticamente un dormitorio durante años, habitada solo unas diez semanas al año.
Para él, viajar no era solo una necesidad profesional, sino una necesidad física. Trabajar con maderas finas, un oficio que perfeccionó como un sastre, le permitió visitar los lugares más remotos e incontaminados de los cuatro continentes y tener encuentros extraordinarios con personas de los orígenes más diversos.
El encuentro con Jacqueline ocurrió casi por casualidad, en un momento en el que ambos habían alcanzado laboriosamente una especie de estabilidad. Como una pareja de otra época, no se vieron durante muchos meses después de ese primer encuentro en Buenos Aires, pero comenzaron a escribirse. Todos los días, una larga y profunda carta en la que hablaban de sí mismos como si fuera una necesidad urgente para ambos.
La complicidad que se estaba construyendo lentamente era verdaderamente rara. Jacqueline, una antropóloga, acababa de regresar de una larga expedición de investigación en la Patagonia y ya estaba lista para partir de nuevo, mochila en mano. Tenía la madurez para reconocerlo. En algún momento, se dio cuenta de que esta cosa tenía un nombre preciso; se llamaba "fortuna" y exigía ser reconocida con fuerza.
El autor turco Orhan Pamuk, ganador del Premio Nobel de Literatura, es uno de los autores favoritos de Ruggero y Jacqueline.
La pared alrededor de la chimenea ha sido pintada de negro, creando un efecto muy sugerente cuando la llama está encendida. ¿Te gusta esta solución?
La decisión maduró de una manera muy natural, casi sencilla, sin importar cuán enormes parecieran los pasos por delante. Dejar Buenos Aires y mudarse con Ruggero, a un pequeño pueblo al pie de las montañas, donde todos se conocen por su nombre. Y luego, buscar a una niña, tener éxito y recibirla como un regalo.
Jacqueline llega en invierno, un invierno frío y húmedo que penetra en los huesos y plantea preguntas. Para transformar radicalmente la vida, se requiere concentración, enfocarse en lo que realmente importa. Y es el fuego lo que la acompaña en este viaje, precisamente esa chimenea que le parecía tan extraña encontrar en una casa, un vestigio de un pasado antiguo.
La chimenea es un modelo de dos lados. Divide la sala de estar del comedor.
¿También te fascina la chimenea de leña? Hoy en día, la calidez de la tradición se combina con una combustión de alta tecnología, eficiente y limpia.
